En vanidad amanezco
Con el deseo
De ser
Un terno
Que acude
A las reuniones
Para firmar
Leyendas
De programación
Y ser reverenciado
Cruzando pasillos
O secretarias
Que teclean
Un misterio
Que debe ser
Descifrado
A la altura
De este despacho
de la 42 St.
Donde las melodías del DOW JONES
Están en las teclas
De mi mano izquierda
Y en la ropa interior
Del broker
Que me implora
En la diplomacia del momento
A pesar del whisky con soda
Que siempre acude
En estos protocolos
Al haber cerrado los pensamientos.
Y la transferencia...
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