Aquí sigo en nuevas siglas de año
repartiendo los rincones de mi habitáculo a las palomas que buscan acomodo.
He perdido las sensaciones de mi cuerpo
Y busco entre melodías el momento de elevación
Tan sólo Bach puede acompañarme y a sus pautas me entrego
día y noche.
Hoy la lluvia de neutrinos no se ha manifestado,
y en esta armonía puedo volver a mi jardín
para implorar el significado de la entrega
y el zenit de la ceremonia de pasión.
Al lado del fuego
imploro el perdón por haberme revelado a los advenimientos.
Es un momento de duda
y el cuerpo regresa para definir.
No puedo elevar más el misterio de mis manos
ante la oración.
Creo que todas las condenaciones me acompañan y el blasón
se yergue sobre mis palabras, para ofrecer la entrada a este valle
limitado donde la campaña ha renunciado
y las referencias no existen.
¿Cómo puedo definir mi habitáculo y permanecer alabando los ritos?
¿Cómo puedo saber si soy presencia y que significa el calor de mi cuerpo?
He aquí las dimensiones del silencio y mi posible muerte.
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