En las calles
las almas se elevan hasta los tejados
y permanecen acurrucadas lejos de las voces del profanador.
Hay un viento que mueve las antenas de TV
Y una aureola cubre algunos tejados para proteger la inocencia.
Muchos ciudadanos
huyen de la amenaza de los hielos
Y el búho permanece estático en su sabiduría.
En algunos cafés
Hay corrillos de condescendencia
Donde se planifican movimientos bursátiles.
A lo lejos,
En la planicie de espera
Se anota el nombre de los justos
Para la ceremonia de llegada.
El todo se conjunta
Y el sonido de la estrella comienza su definición.
No hay posibilidad de retroceso
Hemos de permanecer en la cabaña
Junto al último fuego
Junto al último suspiro
Alentando a la tierra para que definan su andadura.
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