viernes, 4 de noviembre de 2011

MAÑANA DE PASEO Y GLORIA.-Por Ignacio Bellido

Mañana de paseo y gloria
Sobre los macilentos adoquines
Que aun conservan las huellas de madrugada.

He compuesto mi silueta
Con las mejores viandas y aditamentos.
Es decir con las mejores intenciones de desentonar.

Hay miradas
Toses
Algunas sonrisas de mano izquierda
Musitaciones
De los ciudadanos integrados que mueven sus maletines
Al compas de los edificios que les circundan,
Y los semáforos en sus pretensiones ,
Ofrecen sus tres colores de proclamación y sentencia.

No estoy hablando
De proyectos urbanisticos ni de plomadas del espíritu.
No hay posibilidad de integrar estas pretensiones
En ninguno de los círculos que he construido
Y que rodean mi cuerpo con la suficiencia de la verdad.

Hoy he desechado la idea de volver a las aguas externas
Y por lo tanto
No buscaré nenúfares
Ni anémonas
Ni siquiera esas ondas de lago
Que en otros momentos me han servido
Para interpretaciones de la densidad del hombre.

Señalo claramente que no soy el mar
Y que no pretendo ningún oleaje ni cantos de sirena.

Tan sólo es un momento de difusión
Y de conocer como puedo conservar mi interno
Sin tener que recurrir a lo externo.

Pobre en mi pobreza, proclamo mi cueva
Sobre los energúmenos que aun consienten
Que las flores marchiten en primavera
Y en su brocal de actitudes, admiten cualquier excremento
Que pueda elevarlos al trono.

Han de perdonar mi rechazo.
He de manifestarlo
elevando los inciensos a la densidad esperada
y sobre lo incorpóreo del deseo.

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