Sigamos la canción que conduce a los infiernos de la vida
para olvidar que existimos
La sensación de presencia 
 son golpes  sobre la membrana que cubre las estrellas.
Es así como mis plantas  se acercan a darme la bienvenida a esta nueva condición.
Nuestra carne es un susurro o una mota de hierba que pretende llegar…
O ni siquiera eso.
Lástima  que no he podido dialogar más tiempo contigo
 y captar la dualidad de nuestra manzana.
Divididos en el pensamiento, muchos personajes ignoran nuestras manos
y brindan las suyas como complemento. 
Hemos de comprender que no somos   el núcleo de una flor
Ni una arena de camino.
Tan solo una nota en la  melodía del Cosmos.
O quizá ni una nota.
Un inicio, 
un intento de alborada  
para  volver inmediatamente a crepúsculo.

 
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