Sobre el guijarro cayó la gota de agua,mientras los cuerpos permanecian en su letargo.
Era un día en que el viento habia negado su parte de promesa y todo el campo se refugiaba en la montaña contigua para proteger sus flores.
Momento de vida maldita e inclinada, donde no es posible que los colores participen hacia la elevación.
Tan sólo el mirlo, en su decir, acude saltando sobre los buitres muertos y sobre la aleluya de una camada que permanece en la solana ,junto al arroyo.
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