sábado, 19 de noviembre de 2011

NO HAY PROGRAMAS QUE CUMPLIR.-Por Ignacio Bellido

Muchos días en los cerros de la incertidumbre.
Dudas, retorcimiento de actitudes
y en la cima de la imposibilidad,
señalar unas lágrimas tras la cordura del silencio.
En los papiros
la leyenda desprecia mi nombre
y me señala el erróneo movimiento de mis manos.
En el espejo
desaparecen las cadencias de mirada
y sólo puedo comprender algunas pautas de mi nacimiento.
No hay programas que cumplir
y todo permanece sin elevaciones.
Una fuente silenciosa ha renunciado a su agua
Y un gran esplendor
cubre el magma donde la memoria entrega sus pretensiones

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