viernes, 11 de noviembre de 2011

EL CAMARERO SUFRE DE HIPOCONDRÍA:_Por Ignacio Bellido

El camarero que me sirve el café
ha elevado una súplica sobre mi mesa.

Me dice:

No acepta su estomago como condición.
Le gustaría eliminarlo.
Esta víscera ha terminado siendo su conciencia,
la linde de su abismo interior.
la necesidad de huida de si mismo
o de un entorno que ha roto su nacar.
Quizá también ha enfermado su perro
y sus plantas no brotan con decisión primaveral.

Su estómago es un cuaderno de bitácora
que ancla los incidentes de su marejada
Pero el mar no le atrae
ni quieres continuar
en las indecisiones de su órgano
ni en mis claves de insinuación

En esta plática se ha enfriado mi café
y ha comenzado nuestro otoño
No hay más remedio que la aceptación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario