Callado dentro de intenciones
doblo mis pensamientos y los cantos se difunden en la luz.
Todo son círculos que se sobreponen
y la mente no puede contemplar las estrellas.
La red de plata vuelve a ocultarse.
El ritmo es la inmensidad
y todo se pronuncia en firmamento.
Nada se deforma.
La gran intención continua.
Nada preocupa.
La mirada ha marcado sendero
y el mirlo acepta las hojas de este otoño.
No hay necesidad de himnos
"La gran intención continua."
ResponderEliminarTodo concebido, todo trazado, ¿todo previsto?.
Una alegría leerte nuevamente en este poema, Ignacio.
Lu
Es muy importante tu comentario querida Luia, sobre todo la pregunta.
ResponderEliminarMe has dejado asombrado de tu perspicacia y profundidad.
Un abrazo y pensando yo también.