martes, 29 de noviembre de 2011

SOLO ANTE LA VIDA DECIDO BEBER UNA COPA DE VINO SACRIFICIAL-Por Ignacio Bellido

No soy hombre ni acaso silueta.
Heme aquí en la palabra
tratando de crear fuego
en el momento en que la bola que nos conforma,
amenaza con detener su giro.

No acerquéis la ignorancia a mis ojos.
He vivido sin frutos
y el carromato se acerca para llevarme a la fosa común.
Nada sé
y no puedo llorar un perdón incorpóreo
cuando las nubes niegan su lluvia con persistencia
y las flores crecen en su plástico.

La caída
he de convertirla en ascenso hacia la profundidad,
y reniego de los bosques de ausencia
de los animales que no comprenden su llegada
de los caminos que se bifurcan aleatoriamente.

La campana es testigo de la degradación del bronce,
y abandono mi especie depilada y maldita.

Sólo ante la vida,
decido beber una copa de vino sacrificial.

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