Hablo contigo desde mi voz que llega sobre el cormorán hasta tu leyenda.
Te escucho, palpo tu ausente imagen, y me entrego al instante.
Todo irreal.Nada irredento.Ni silencio, ni palabras que alteren la armonía.
Un arco invisible nos rodea y contemplamos nuestra imagen unida en los siglos, al otro lado de la dimensión y la memoria.
hay instante de comunión que van más allá de las palabras, los lugares, las distancias... comunicación, sin principio ni fin.
ResponderEliminarUn abrazo.