Comienza uno
en los años de promisión
dedicado a tareas psicológicas
y acaba antregado a las gelatinas
en los tiempos de jubilado.
Le sucede a mi amigo
al que encontré después de varios años:
--Ahora me dedico a los iconos.-me señaló con orgullo primaveral.
Era mi pasión adormecida por las imposiciones sociales,pero...
ahora soy libre y puedo hasta experimentar.
Mira.-me dijo bajando su voz.-He descubierto
que cubriendo la madera con gelatina
acepta mejor el secado y la fijación de barnices.
-¿Y la Psicología?.-le pregunté un poco alarmado.
-Esto me ayuda.-afirmó con rotundidad
Sin un empuje psicológico,sería imposible la tarea
pues hasta mi familia hace burla.
Te lo cuento.-añadió.-porque me comprendes.
Y añadió con gran énfasis:
-La gelatina y la psicología tienen muchos puntos en común.
Puedes señalarlo".
Y aqui me despedí con las mayores reverencias e interrogantes
prometiendo un nuevo encuentro para definir.
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