Gasolina sin plomo
Bailando entre su ritmo de bocina,
en un Mustang de labios perfumados,
rompe cielo, semáforo y cuidados
hacia el rumbo que claro se adivina.
¡Burrumbumbumbumbúm! la gasolina,
sin plomo y sin octanos degradados,
galopa sus caballos desbocados
para doler de muerte en una esquina.
Así la condición y la ignorancia,
encuentran las razones del camino
que no siempre nos ríe la fragancia.
No le importa a la vida ni un comino
que se queme tu piel y petulancia,
mientras pueda llorar bebiendo vino.
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