martes, 15 de noviembre de 2011

FINAL DE RUTA.-Por Ignacio Bellido

Comparativamente, en un reloj de retroceso,los sentimientos han perdido su pátina y se degradan sobre los lamentos. Nada se acuerda, no hay certezas,y si las hubiere nadie quiere ver su hacienda plagada de termitas.
Han llegado los tiempos de la degradación, y los glaciares comienzan su entrega para no ser humillados por la desidia. Tan solo Bach puede seguir pronunciando su baptisterio, tan sólo Amadeus anuncia el color de su obertura.
He aqui la imagen de la consola que nos mantiene,y nos brinda el final de ruta en su ambigüedad.

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