lunes, 7 de noviembre de 2011

ENCALLADO.-Por Ignacio Bellido

Hoy,
al lado de los papiros,
la sensación de anomia vuelve a entornar la vereda
y los pasos se magnifican hacia la tragedia.
Comprendo que no siempre Dios fue Dios,
a veces ha mostrado su tiranía
y un crujido de viento en su arco de poderes.

Quisiera huir,
pero no puedo girar la rueda más deprisa,
ni debo subirme al primer árbol
que ofrezca un destino.
Así desciende mi pensamiento
y se magnifican mis nieblas.
Sé que es difícil mover el carromato encallado en el cieno,
sobre todo cuando los animales han renegado de su fuerza
y sin embargo,
hay que continuar componiendo la sinfonía,
para que el señor de los surcos ,
pueda aliviar el aburrimiento de sus jardines.

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