Cuando la mies ya no es símbolo, ni morada de los deseos eternos,hemos de buscar otra
leyenda, que proteja el dosel de la cueva , y dibujar sobre la tierra los símbolos de infancia.
Sembrar ante la faz del suplantador las semillas de fortaleza que esperaban en el arca de bienestar, y sobre todo girar...comprender el giro y seguir su ministerio.
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